Este miércoles 28 de junio se cumplen 20 años de uno de los mayores hitos deportivos de la centenaria historia del Recreativo: la final de la Copa del Rey ante el Mallorca en el Martínez Valero de Elche.
El equipo albiazul, dirigido entonces por Lucas Alcaraz, llegaba a aquella final tras eliminar a Osasuna en una espectacular segunda parte en El Sadar, en la que igualó en cinco minutos el 2-0 del equipo rojillo en la primera parte. La ventaja de 2-0 cosechada en la ida en el Nuevo Colombino sirvió en bandeja el histórico pase a la final para el Decano.
Por desgracia, el conjunto recreativista ya había consumado su descenso a Segunda División, pero aún le quedaba la ilusión de una Copa del Rey que se convirtió en un gran acontecimiento para la afición y para toda la provincia. No en vano, más de 14.000 seguidores albiazules se desplazaron hasta la ciudad ilicitana para acompañar al equipo en esta histórica cita.
En medio de un ambiente festivo y de total hermandad con la afición del RCD Mallorca, el Decano compitió en la final ante un equipo bermellón plagado de estrellas y con un destacadísimo Samuel Eto’o, que marcó las diferencias para desnivelar la balanza a favor de los de Gregorio Manzano. Un doblete suyo en la segunda parte sirvió para sentenciar un partido que ya había puesto a favor de su equipo Walter Pandiani, de penalti, en el primer acto. Llegó a empatar en el tramo final de ese primer tiempo Xisco, pero el colegiado Iturralde González lo anuló por una discutidísima falta del delantero albiazul.
El 3-0 final otorgó una merecida victoria al Mallorca, que se mostró superior en la segunda parte ante un Decano que fue un digno rival y que se llevó el reconocimiento de su afición y de toda España por la entrega y la lucha hasta el último minuto del partido.